Entre sus propuestas, Iñaki Urdaci, director de Marketing de Smurfit Kappa Sangüesa, destaca la importancia, cada vez mayor, que el papel está adquiriendo en la innovación de procesos y embalajes como alternativa sostenible al plástico.
Smurfit Kappa es una multinacional irlandesa. Compañía líder en el embalaje y la producción de papel a nivel europeo, y segunda a nivel mundial, cuenta con tres plantas en Navarra (Cordovilla, Aoiz y Sangüesa). Pero más allá de esta presentación formal, la empresa tiene un mensaje claro: prestar su apoyo y colaborar en el desarrollo de alternativas de packaging y otras soluciones de papel que mejoren el planeta. La búsqueda de ese objetivo es lo que les ha llevado a formar parte del Clúster como nos detalla a continuación Iñaki Urdaci, director de Marketing de Smurfit Kappa Sangüesa.
¿Cuál es la principal aportación que su empresa quiere realizar a los miembros del Cluster?
Formar parte de NAGRIFOOD nos va a permitir estar en contacto con las necesidades que tiene el sector agroalimentario no solo en la parte de producción agrícola sino también en los procesos de embalaje y packaging general.
Queremos que los asociados nos conozcan y que trabajemos conjuntamente, codo con codo, para solucionar problemas y desarrollar procesos de innovación de forma conjunta que aporte valor a su negocio. Para ello, se está organizando una visita en el segundo trimestre de este año para las empresas asociadas al Cluster, a las instalaciones de Smurfit Kappa.
En ese sentido, ¿en qué está trabajando actualmente Smurfit Kappa?
Una de nuestras principales líneas de trabajo, dentro de nuestro plan estratégico de innovación y desarrollo de productos, es sustituir el plástico por una solución basada en el papel más sostenible y mejor desde el punto de vista ambiental allá donde sea posible. Esto no quiere decir que hayamos declarado la guerra al plástico. Al contrario, creemos que se trata de un material necesario y que debe existir para muchas aplicaciones que no se pueden que no se pueden fabricar todavía en base papel.
Lo que planteamos es que, en un escenario donde se plantee la dicotomía entre plástico y papel esté presente, se fomente el uso de este último como alternativa renovable, sostenible y biodegradable. Y es que los datos nos indican que corremos un gran riesgo de que el plástico acabe mal gestionado. Así ocurre casi en el 40% de los plásticos que se encuentran en el océano y que proceden de embalajes de un solo uso (bolsas de plástico, botellas, separadores, bandejas, etc.).
Es decir, queremos evitar que algo que está unos pocos segundos en nuestras manos acabe en el mar. Para ello hemos puesto en marcha la iniciativa ‘Better Planet Packaging’ con la que queremos ayudar a esa empresa concienciada que quiere renovar su embalaje u optimizar su proceso desde el prisma de la sostenibilidad. La buena noticia al respecto es que, gracias a las inversiones realizadas por Smurfit Kappa, algunas de esas soluciones que podemos plantear se realizan aquí mismo, en Navarra. Por ejemplo, en Smurfit Kappa Cordovilla se realiza embalaje que puede sustituir a las bandejas plásticas o protecciones plásticas para proteger mercancía que se utilizan generalmente en distribución.
En Aoiz, por su parte, realizamos un producto muy técnico que sirve para sustituir a los polipropilenos expandidos y las espumas plásticas mientras que, aquí en Sangüesa, disponemos de tres máquinas (la última adquirida en 2016 supuso una inversión de 26 millones de euros) con las que hacemos papel MG, con espesores desde 30 a 120 gramos por metro cuadrado y que aportan mucha resistencia en un mínimo espesor, factor clave para poder competir con el plástico.
UN EJEMPLO PRÁCTICO
¿Cuáles son, por lo tanto, las principales ventajas de sus elaborados?
Quisiera destacar, en primer lugar, que nosotros fabricamos todo el papel a partir de fibra larga de pino 100% certificada y procedente de explotaciones gestionadas de forma sostenible. Aquí el beneficio obtenido es doble. Por un lado, la gestión sostenible que lleva a cabo la industria papelera y de la madera ha permitido que en España la superficie de bosques se haya incrementado en un 15%.
Por el otro, la empresa que adquiere papel puede restar su huella de carbono puesto que viene de un pino que ha captado C02 lo que, sin duda, resulta muy interesante para los agricultores ahora que las grandes cadenas de distribución piden a sus proveedores que analicen sus emisiones dentro de una apuesta cada vez más importante a favor de productos sostenibles y de cercanía.
En este último caso, además, desde Smurfit Kappa no nos hemos limitado únicamente al tema del embalaje ya que desde 2009 y, especialmente, en estos dos últimos años hemos puesto el foco en sustituir el plástico acolchado agrícola (del que, según nuestros datos, sólo se recicla un 8% en Navarra) por una solución basada en el uso de papel y a la que le hemos dado el nombre de Agropaper®.
¿En qué consiste?
Como en el caso del plástico, aseguramos al productor un sistema ya patentado que previene las malas hierbas, mantiene en óptimas condiciones la temperatura de la tierra sobre la que se asienta el cultivo minimizando el uso de herbicidas y evitando, de paso, los problemas del sistema “tradicional”. ¿Cuáles son? Fundamentalmente dos. La retirada del plástico resulta costosa en tiempo y dinero (hay que contratar personal que se encargue de la tarea) y, también, difícil puesto que pueden quedar restos en la tierra con el riesgo de contaminación que eso supone.
Con Agropaper®, al contrario, una vez realizada la cosecha, solo se necesita pasar el rotovator para que el papel, que es orgánico (astilla de pino), se incorpore a la tierra. No hace falta contratar personal para retirar el plástico y, una vez más, permite reducir la huella de carbono en el informe del que debe dar cuenta el productor a las grandes distribuidoras a las que se vende su materia prima.