El director general de Grupo APEX , miembro de la Junta Directiva del Clúster Agroalimentario de Navarra (NAGRIFOOD) y, desde hace pocas fechas premio ‘Empresario del Año 2018′, Santiago Sala, nos atiende desde Madrid. Allí, en la capital justo acaba de cerrar la compra de lo que será, según sus propias palabras, “nuestra quinta fábrica en España”. De esta forma, Grupo APEX sigue centrada en una estrategia de crecimiento que, iniciada en 2011, se ha visto reforzada en estos dos últimos años.
A la vista de su experiencia, por lo tanto, ¿qué papel puede jugar NAGRIFOOD dentro del sector agroalimentario de la Comunidad foral?
Para mí, el Clúster debe ejercer una influencia positiva entre las empresas del sector de tal modo que lo vean como el marco apropiado para desarrollar proyectos de colaboración abierta. Lógicamente los inicios son difíciles porque no existe ese hábito. Sin embargo, creo que NAGRIFOOD sí puede ejercer esa función por dos motivos. Primero, porque ya aglutina a muchas empresas agroalimentarias, sobre todo las más importantes o, al menos, las más grandes y; en segundo lugar, porque, al mismo tiempo, sus asociados son un reflejo del sector tan variado con el que contamos en nuestra región. Por eso, creo que ahí es donde puede ejercer esa influencia positiva de la que antes hablaba.
Siguiendo con esa visión, ¿qué fortalezas, puntos de mejora y retos le quedan por afrontar a las empresas agroalimentarias de la Comunidad foral?
En cuanto a fortalezas, las empresas de Navarra cuentan con una trayectoria importante y tienen, además, un estándar de calidad elevado. El agroalimentario navarro, sin duda, está reconocido y se le identifica como un conjunto de empresas que saben hacer muy bien las cosas. Dicho esto, la estructura típica de pyme familiar debiera ser un concepto que habría que revisar por dos motivos. El primero, porque en alimentación, el tamaño es relevante para competir y; por otro lado, no existe esa costumbre de colaborar, de abrir la empresa y plantear proyectos conjuntos con otras de tu entorno.
Por ello, considero que el reto fundamental es ganar tamaño y avanzar y profundizar en la internacionalización y en la innovación colaborativa. Es cierto que se está avanzando pero creo que se puede hacer más y ahí NAGRIFOOD puede jugar un papel clave.
¿Un mensaje final?
Los empresarios y directivos no nos debemos autoimponer límites en cuanto al futuro de nuestra empresa. Lo importante es tener un proyecto atractivo, rentable y de futuro. Si se tiene eso, estoy seguro de que habrá una manera de encontrar la financiación o los recursos para llevarlo a cabo. Es por este motivo por el que creo que el Clúster representa una herramienta muy valiosa para que las pymes puedan profundizar en la innovación colaborativa. Porque plantear proyectos conjuntos con empresas más grandes y con mucho recorrido les va a ayudar, sin duda, a ir más rápido y ser más competitivas.